La maestra y pedagoga andaluza Mar Romera congregó a decenas de docentes, padres y madres en la conferencia “El reto de educar en el siglo XXI. Educación Emocional y Educación Emocionante”. El encuentro, organizado por la Fundación Eduarda Justo en la sede central de Cosentino, en Cantoria, forma parte del Foro de Educación que la esta fundación promueve desde el año 2014.
Defensora a ultranza de la figura del maestro, Romera resaltó las luces y las sombras del sistema educativo así como el valor de las emociones en el proceso de aprendizaje.
Según su teoría de las “Tres Ces”, las capacidades, las competencias y el corazón, estos son los elementos que han de combinarse para adentrarnos en lo que denomina “la escuela del futuro”. Encargarse del ser frente al saber constituye el objetivo de la profesión docente, de la que asegura “garantiza la trascendencia personal del que la ejerce”.
Además de colocar al alumno en el centro del proceso de enseñanza-aprendizaje, la también escritora destacó la importancia de definir un mismo rumbo pedagógico en los centros escolares y el “cambio de mirada”. “La autonomía del alumno, su capacidad de decisión y el trabajo en equipo forman parte de las competencias fundamentales”, afirmó Mar Romera.
Experta en Neurociencia, Romera puso de relieve que “enseñamos lo que somos, no lo que sabemos”. “Generar vínculo en el aula y fomentar la curiosidad, la admiración o la seguridad son las claves de la nueva educación”, incidió la maestra granadina. El objetivo, según la ponente, “debe centrarse en encontrar la mejor versión de uno mismo”. Convertir a los niños en “ciudadanos del presente y no del futuro” eliminará, según Romera, las costumbres y creencias de nuestro sistema.