La investigadora y divulgadora educativa, Catherine L´Ecuyer, protagonizó el Foro de la Educación de la Fundación Eduarda Justo, celebrado en el Centro Tecnológico de la Piedra de Macael, donde detalló las diez claves para educar en la atención.
Con un salón de actos completamente lleno, fue presentada por el director de la Fundación, Juan Martínez Barea, quien aprovechó para invitar a los profesores asistentes entre el público a colaborar en el futuro con el objetivo de ofrecer mayores oportunidades a los niños de la comarca del Almanzora.
Canadiense y afincada en España, L´Ecuyer expuso las principales ideas para que los niños de hoy, inmersos en un mundo frenético e hiperexigente, se eduquen en la atención. “No es lo mismo la fascinación que pueden tener por las tabletas y dispositivos móviles que la atención sostenida; cuando el niño está ante una pantalla entretenido se convierte en una especie de periférico del ordenador, como un USB”, afirmó.
Según la autora de los libros “Educar en el asombro” y “Educar en la realidad”, “la verdadera atención nace en contacto con la realidad, los niños pequeños han de oler, tocar, oír, ver…”, y habló del “círculo vicioso de la diversión y la sobreestimulación: los estamos sometiendo a unos altos niveles de estrés, existe un consumismo excesivo, sobrecarga extraescolar y un ritmo frenético de vida”. “Hay una serie de ‘neuromitos’ en la sociedad, como por ejemplo creer que es beneficiosa la sobreestimulación temprana, pero los niños educados así tienen los sentidos saturados y disminuye en ellos la capacidad de asombro, son más hiperactivos y tienen una baja empatía y sensibilidad”, argumentó.
Para la escritora y articulista de medios como El País, “los niños que tienen la oportunidad de aburrirse disfrutan del preámbulo del juego y es positivo que redescubran la realidad cotidiana como un lugar natural de aprendizaje”. “Aburrirse es desear desear”, enfatizó. “La Academia Americana de Pediatría recomienda que de 0 a 2 años los niños no tengan acceso a las pantallas de móviles y tabletas”, dijo, para destacar a continuación que “en la infancia el juego desestructurado es clave, los estudios dicen que los niños desarrollan funciones ejecutivas como la capacidad de planificación, la memoria de trabajo, el autocontrol o la flexibilidad”.
En relación con los llamados ‘neuromitos’ puso de relieve que “se ha dado una mala interpretación de la literatura neurocientífica aplicada a la educación, creyendo, entre otras cosas, que sólo utilizamos el 10% de nuestro cerebro o que nuestra inteligencia es ilimitada y que los niños tienen una capacidad infinita para aprender”. De hecho, destacó que “el porcentaje de maestros que se creen estos ‘neuromitos’ es altísimo”.
Por otro lado, L´Ecuyer afirmó que “la multitarea es un gran enemigo de la atención, porque oscilamos y desenfocamos en lo que estamos haciendo y también se pierde el criterio de relevancia; los niños deben prepararse para un mundo real y tener fortaleza y templanza”. “A los niños les damos las cosas, no cuando las piden sino antes, y de esta manera no son capaces de esperar”, aseguró. Para que el niño aprenda es necesaria su atención, pero también “debemos prestarles los padres atención, porque es un regalo prestar atención al otro, una muestra de amor”, dijo. “Los padres debemos bajar el ritmo y hacer cosas lentas con nuestros hijos”.